jueves, 21 de mayo de 2009

VIAJE A CADIZ



Veinte de mayo, ocho y media de la mañana, un grupo del colegio de adultos nos encontramos en la puerta del Ayuntamiento subiendo a un autobús que nos iba a llevar a Cádiz de visita turística, hora y pico más tarde divisamos el puerto de la Tacita de Plata donde se encontraban dos grandes transatlánticos.
A partir de ahí empieza nuestra visita, normal, tenemos una guia que se nos presenta como Cristina, y todo el grupo como buenos " guiris "
vamos tras ella escuchando atentamente sus explicaciones.
Pero de repente aparece en escena "Lola la Piconera" quitándole todo el protagonismo a nuestra amiga Cristina, con toda la gracia y el salero de la gente de Cádiz.
Estamos muy atentos a todo lo que nos va contando Lola, que aparte de lo que es historia verdadera también nos va poniendo al corriente de todos los chismes que corrían por Cádiz en aquella época, y nos deleitó con alguna que otra canción en la que colaboramos también el grupo.

Poco tiempo después se nos unió "Doña Lucrecia", una dama de la alta sociedad asidua asistente a las tertúlias de mujeres que por aquél entonces se celebraban en la ciudad.
Entre las dos se encargaron de escenificarnos espléndimente todo lo que era interesante, entre risas y sollozos por la nostalgia que le producía a la tal Doña Lucrecia sus vivencias con su marido y un coronel francés amigo de la familia con el que por cierto se llevaba muy bien, ya que cada vez que la visitaba le llevaba un ramo de rosas rojas.Ya no esperabámos má sorpresas, pero en una calle que en ese tiempo solía escucharse música muy a menudo, también nosotros la escuchamos y nos acompañaron un tramo de calle un flautista y un guitarrista con los que cantamos todo el grupo "Lola la Piconera y los celebres Duros Antiguos".
Al poco se despidieron los artistas y seguimos la visita. Museo, comida y paseo de nuevo por el centro y barrio de la viña, para finalizar paseamos por la caleta y el castillo de Santa Catalina, a la puerta del cual nos esperaba el autobús para traernos de vuelta a Bormujos. Pero antes no podía faltar el viaje en barco hasta El Puerto de Santa María....... Autobús y Bormujos.
Un viaje para mí cortito,ameno, simpático, inolvidable, y el adjetivo que cada uno le quiera añadir.

3 comentarios:

josejuan dijo...

Enhorabuena por tu magnífica crónica del viaje, Cayetano.
Un saludo.

notieneguasaerniño dijo...

Buenas fotos, ¿se echaron en falta los pastelitos y el aguardiente en el bus? Estos ya son otros tiempos...jeje

MARIA JOSE dijo...

Que buenos viajes se hacen cuando se viaja con gente agradable y sobre todo del pueblo "pa jartarte de reir".

Seguidores